Entre tanto virus, las marcas que se mantienen relevantes para sus audiencias son aquellas marcas generosas, que se han dedicado a crear un valor extraordinario, solidario y apreciado por sus públicos en estos tiempos duros, casi siempre a costa de sus beneficios.

No es tiempo de cosecha, sino de siembra, mejor si la siembra tiene que ver con apoyar la salud, proveer información de calidad y contribuir a la resistencia económica de la gente, que son los tres flancos principales en los cuales se libra la guerra del coronavirus.
Es tiempo de aliento, también, para contrarrestar la carga abrumadora de malas noticias en torno al virus. todo lo que tenga que ver con facilitar el abastecimiento es buena cosa, crucial y apreciada.

Iniciativas para dar un apoyo especial y servicios preferenciales a los segmentos con mayor vulnerabilidad, como los envejecientes o los pacientes con enfermedades complejas pre-existentes, es de lo mejor que se puede hacer a cero costo.

Garantizar o crear plazas de trabajo, aunque sean temporales o resultado de la renegociación de los acuerdos existentes, son iniciativas que el mercado apreciará.

Y, por supuesto, el uso intensivo, acelerado y, sobretodo creativo de la tecnología es un aliado para crear un valor extraordinario, solidario y apreciado en tiempos duros.

El silencio no es una opción aconsejable y cuidado con el oportunismo, que es la peor tentación en la que pueden caer en estos tiempos los negocios que cuidan su reputación. Este es el momento de generar oportunidades para sus clientes y de crear valor para muchos.