Cuando escribo una narrativa de negocios, busco que el relato corporativo sea:
- Relevante: Me aseguro de que el mensaje de la empresa trate sobre algo que sea útil para el cliente, tanto para superar dificultades como para prosperar y ser feliz.
- Trascendente: Procuro que la narrativa tenga un enfoque en valores profundos y significativos para las personas, como la libertad, la identidad y el bien común, más allá del lucro.
- Interesante: Me esfuerzo en hacer la narrativa entretenida, amena y placentera de consumir, incluso buscando su aspecto poético.
- Coherente: Persigo que no haya incongruencias en el mensaje ni entre el discurso y las acciones de la empresa.
- Diferente: Trabajo en encontrar un enfoque fresco y original en la narrativa, incluso si todo parece haber sido dicho.
- Claro: Trato de hacer que el mensaje sea fácil de comprender para el público.
- Esférico: Me ocupo de que la narrativa sea completa, abra y cierre armoniosamente. Que sin dejar nada fuera, sea también breve.
- Poético: Creo que es posible encontrar poesía en los negocios y busco ese lado inspirador para el público, aunque siempre es un desafío equilibrarlo con la optimización para los motores de búsqueda (SEO).
- Político: Busco conectar la narrativa con el bien común, encontrar ese punto donde confluyen el propósito privado y el público, el lucro y el valor social que crea la organización.
- Poner al cliente como protagonista: La empresa es un medio para ayudar al cliente a construir su propia historia, y no al revés. La organización es un apoyo que brinda al cliente la libertad de vivir la vida que desea.