Estimado cliente:

Me comprometo a caminar contigo la senda de la ética personal y profesional; a descubrir y revelar ese mágico lugar en el que coinciden tus propios intereses y los intereses de la sociedad; a escribir y reescribir contigo una narrativa orgánica para tu organización; a potenciar la ética y la innovación como pilares de tu reputación.

Te hago la solemne promesa de activar toda mi curiosidad, creatividad y sensibilidad para descubrir y poetizar el significado profundo de tu negocio, ese que trasciende el lucro y apunta a cambiar el juego para que juguemos todos.

Me comprometo a actuar siempre con honestidad, a decirte siempre la verdad, incluso si te molestara oírla y no me conviniera decirla. Defenderé lo que creo correcto, incluso si no resultara simpático, y seguramente te haré algunas preguntas incómodas, pero cruciales para gestionar los riesgos de tu entorno.

Estoy comprometido con el cumplimiento de la palabra empeñada, los acuerdos y las promesas de servicio. Responderé siempre por mis acciones, incluso si fueren erradas.

Mi compromiso de excelencia va más allá de entregarte los resultados esperados, para alcanzar una calidad excepcional, hacer interesante lo importante y trascender las limitaciones que plantean los presupuestos, los plazos o cualesquiera otras restricciones de la realidad.

Se me da bien conectar de forma inesperada el conocimiento científico y la creatividad artística, las nuevas tendencias y los fundamentos clásicos de los negocios, para producir soluciones convincentes y seductoras. Y ese don, que me ha sido dado, pero también he cultivado a lo largo de los años, lo pongo al servicio de tu causa.

Trabajemos con entusiasmo y pasión, lideremos a nuestros equipos con inteligencia racional y emocional, abordemos los emprendimientos y la vida con energía y alegría, mantengamos el optimismo incluso en los tiempos grises y entreguémonos con todo en cada nueva iniciativa.

Te invito a que iniciemos juntos la aventura de crear valor para muchos.

Afectuosamente,