Recién he terminado de leer la historia del Grupo Ramos y me he quedado muy impresionado por el apetito de riesgo de su fundador Román Ramos, su optimismo contra toda pronóstico, su rapidez en la toma de decisiones y su tremenda capacidad para cerrar negocios prontamente, aunque se trate de una compra reflexiva, como por ejemplo de bienes raíces. Es un estilo de liderazgo muy potente.